POR TOMAS AQUINO MENDEZ.- Si lo que se busca es desacreditar los cuerpos armados, vamos por el camino correcto. Si lo que se quiere es auspiciar una PURGA para sacar las manzanas podridas, se está insistiendo en un grave error.
Me refiero a la denuncia del Ministerio Público de que “altos oficiales” están vinculados a la operación Falcón. Primero se dijo que agentes de la DNCD estaban ligados al alegado cartel mafioso. Después de esas revelaciones han sido detectadas más de 400 toneladas de drogas en diferentes operativos.
Ahora, además de la DNCD, se vinculan a altos oficiales, sin decir a qué institución castrense pertenecen, cuáles son sus nombres, dónde están radicados y cuál es su papel en esa organización delictiva. Mi deseo no es desmeritar la denuncia ni defender a supuestos implicados.
Lo que quiero es que no se lancen acusaciones contra “todo el mundo” sin presentar pruebas. Ejemplos sobran de acciones de militares y policías para desacreditar su institución, para que ahora, desde el Ministerio Público, se eche más lodo sobre ambas entidades. Como un ejemplo de lo que digo, está la denuncia de Sergio Vargas.
El famoso merenguero aseguró que hay periodistas que nunca han hecho “nada” en favor de nadie. De inmediato identificó por sus nombres a 4 de esos comunicadores. No digo que él tenga razón y que esas personas sean lo que él asegura, pero hizo una denuncia con responsabilidad.
Es lo que ha debido hacer el Ministerio Público. Tomar el toro por los cuernos, probar su acusación y decirle al país los nombres, los rangos y las instituciones a las que pertenecen los supuestos vinculados a redes mafiosas.
Hoy, el manto de la duda cubre a todos los cuarteles y desconfiamos de las instituciones armadas y sus integrantes.
Se sigue insistiendo en el mismo error.
